Qué alivio sentimos cuando en medio de una dificultad o dolor, alguien nos entiende. Nos dice justo lo que necesitábamos escuchar, nos consuela y nos sube el ánimo. ¡Es precisamente lo que ocurre con los Salmos!
En ellos encontramos también una guía cuando nos sentimos inquietos o desesperados, cuando vamos a emprender un nuevo camino o cuando se presentan grandes cambios. En este curso queremos darte la oportunidad de aprender a orar de una manera hermosa, ¡en compañía de los Salmos!
En este curso online:
-Te enseñaremos qué salmos son los indicados para el momento que atraviesas y cómo puedes unirlos a tu oración diaria.
-Descubrirás cómo pueden los salmos manifestar a Dios en tu vida en momentos de crisis.
-¡Aprenderás una maravillosa manera de acercarte a Dios, desde un lugar de encuentro más íntimo!
¿Quién dictará el curso?
Taís Gea Guinovart
Es consagrada del Regnum Christi. Desde los 19 años ha dedicado su vida al servicio de Dios en la Iglesia católica. Estudió Teología Bíblica en la Universidad Pontificia de México. Dirige el apostolado Bet Tefilá (casa de oración) que ofrece talleres de oración, cursos de Biblia y talleres de Iconografía.
Taís, ¿por qué debería inscribirme?
¿Cuál es el contenido del curso?
Nuestro curso es certificado. Al finalizar el curso todos los participantes recibirán en su correo electrónico el certificado digital de participación emitido por la Universidad Juan Pablo II de Costa Rica.
Mira lo que dicen nuestros estudiantes
Es un curso muy bueno, que adentra en la belleza orante de los salmos, e incita a la lectura de la Palabra de Dios. Lo recomiendo a todo el que quiera iniciarse en el conocimiento de la Palabra.
Manuel
Excelente el curso. Estuve asombrada de la forma como se nos presentó el tema, de forma sencilla y clara. Aprendí conceptos que no imaginaba, la Cristologia de los salmos fue una de ellas.
Janett
Había leído los salmos y pensé que oraba con ellos, pero hoy me doy cuenta que su riqueza, su contenido, cada palabra es un misterio que al profundizar y meditar, hacen que al volverlos a leer, me hagan realmente unirme a mi Padre Amado.
Ana Cecilia